1 | JOSÉ ROJAS DÍAZ

























Mª Carmen Rojas Caro, José Rojas Díaz, Trinidad Rojas Caro, María Caro Hidalgo, Manuel Rojas Caro, Rocío Rojas Caro.
Patio de su casa de la calle La Hermosa. 1950?
Fiesta campestre a la que asiste José Rojas Díaz.
Esta imagen muestra el recuerdo de su Primera Comunión.
Colegio Salesiano, 4 de marzo de 1906.



Su madre
Trinidad Díaz Mancheño.



Su padre
Antonio Rojas Ramírez.
Alfarero.
José Rojas Díaz en los toros.
Registro de su matrimonio con María del Carmen Caro Hidalgo.

2 | MARÍA DEL CARMEN CARO HIDALGO

La familia años 40-50.
Año 1946.Corral de la casa de la calle de La Hermosa.
De pie y de izquierda a derecha: Antonio, Manuel, la Taza, Pepa Corona (López Gallardo). Sentados: María, la abuela Trinidad, José. Abajo: María, la Bloqui, Juan.
El registro de los hijos.

Recorte de Prensa de El Correo de Andalucía


Desde Utrera
En la parroquia de Santa María, ante el altar de la Milagrosa, contrajeron matrimonio la noche del sábado último la simpática señorita María del Carmen Caro Hidalgo y nuestro estimado amigo el oficial de este Juzgado de instrucción don José Rojas Díaz.La ceremonia fue oficiada por el señor cura de la mencionada parroquia don Antonio Ulquiano Murguía, actuando de padrinos don Cristóbal Caro Hidalgo y su bella hermana Carmen.Finalizado el religioso acto, trasladáronse los invitados al domicilio de la desposada donde fueron espléndidamente obsequiados.Recordamos entre la distinguida concurrencia a las preciosas señoritas Paquita, Consuelo, Antonia y Carmen Gómez; Conchita Tenorio; Dolores y Rosario Ramírez; Pepa y Paca Cortés; Josefa Peña; Ana Fernández; Remedios, Pepa y Antonia Gómez; Carmen Rodríguez; María Jesús Antúnez; Dolores Garrucho; Juana Garrobo; Josefa y María Hidalgo; Rosario y Ángeles Pintor; Francisca Pérez; Carmen Mena; Carmen Pérez; Ana Álvarez; Teresa Díaz; Socorro Salvatierra; Francisca Estévez; María, Consuelo y Pepa España; Carmen Rodríguez; María Pepa Piña; Dolores Caro; Dolores Hidalgo; Francisca Rojas y Conchita Gómez Cabaña.Los nuevos esposos a quienes deseamos eterna luna de miel, marcharon en automóvil a Sevilla.De madrugada se inició el desfile en los invitados, haciéndose muy difícil el regreso, pues bueno es hacer constar que la boda se celebraba en una huerta existente a cerca de un kilómetro de la ciudad y que el camino que a ella conduce se hallaba completamente obscuro. Hubo un incidente que lamentar aun cuando por fortuna no revistió la gravedad que en un principio hizo suponer.Don Leopoldo Goig, alguacil del Juzgado de instrucción, tuvo la desgracia de caer en una de las grandes lagunas que rodean la expresada huerta, acudiendo en su auxilio seguidamente los numerosos invitados que idéntico camino seguían, logrando extraerlo hecho una sopa y con los bolsillos llenos de ranas.Repetimos que la vuelta a la ciudad no podía ser más difícil: las dos de la madrugada, en mitad del campo, sin luna, rodeado de charcas extensísimas… y las medias cañas haciendo su efecto en aquellos momentos.Afortunadamente, podemos contarlo.
Firma la crónica “Pepe Romero”, constando manuscrito en el recorte, debajo del título: “MAYO 1925".Al parecer, dicha crónica apareció publicada en El Correo de Andalucía.El tío Manolo, que acostumbraba a contarnos la anécdota de los invitados, siempre mantuvo que no dejaba de ser un recurso literario, fantasía en definitiva, aunque muy simpática.
El tío Cristo.
Certificado de soltería de Cristo.

3 | LA MORADA, EN LA CALLE DE LA HERMOSA

El patio.
El corral.
Antonio Rojas en el patio.
Nuestros padres con su hijo Juan, más conocido como Pepe.
El corral con todos sus avíos.
Pepita, María y Trini con María Caro Hidalgo.
José Rojas Díaz y Rocío Rojas Caro.
FINCA 6644 DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD DE UTRERA.1ª Compraventa de Doña Dolores Hidalgo Serrano al Excmo. Ayuntamiento de Utrera de los terrenos en la trasera de calle Don Clemente de la Cuadra, 42. 28-04-1928 Trozo de terreno de siete metros de frente por diez de fondo ó sean setenta metros cuadrados en la calle Montes de Oca de esta Ciudad que linda por la derecha con corrales de la casa calle Clemente de la Cuadra número cuarenta y cuatro, por la izquierda con la vía pública y por su fondo con la expresada casa número cuarenta y cuatro de la calle Clemente de la Cuadra. Su valor trescientas cincuenta pesetas. No resulta inscrita ni gravada con carga alguna. El Ayuntamiento de esta Ciudad, es dueño de dicho trozo de terreno sobrante de vía pública, sin que el mismo figure inscrito en este Registro a nombre de persona alguna acompañándose los documentos que se citarán a fin de que los mismos surtan los efectos del párrafo tercero del artículo veinte de la Ley Hipotecaria y disposiciones vigentes ya que como queda dicho esta finca no figura inscrita a nombre de persona alguna y por la escritura que se citará el citado Ayuntamiento representado por su Alcalde Presidente, Don Rafael González Cordero Parra mayor de edad, casado, propietario y vecino de esta Ciudad con autorización del citado Ayuntamiento concedida por el Pleno del mismo en sesión extraordinaria celebrada el diecisiete de Abril de mil novecientos veintiocho, VENDE dicho trozo de terreno a Doña Dolores Hidalgo Serrano, mayor de edad, soltera, sin profesión especial, y de igual vecindad, por precio de trescientas cincuenta pesetas que dicha Señora hizo efectivo en la Depositaría de fondos municipales según carta de pago que exhibió y que el Señor González Cordero con dicha representación le formalizó carta de pago. En su virtud, habiendo examinado el Registro y no hallando en él asiento alguno opuesto a lo relacionado, inscribo la finca de este número a favor de Doña Dolores Hidalgo Serrano por título de compraventa sin condiciones especiales, cuya inscripción no surtirá efectos contra tercero hasta transcurridos que sean dos años desde su fecha como preceptúa el artículo veinte de la Ley Hipotecaria. Todo lo referido consta al Registro de la escritura otorgada en esta Ciudad el veintiocho de abril de mil novecientos veintiocho ante el Notario D. Joaquín Muñoz Casillas en la que obra inserta una certificación de la sesión referida expedida el veintiuno de dicho mes y año por Don Joaquín de Sierra Revillas, Secretario del Ayuntamiento de esta Ciudad con el visto bueno del Señor Alcalde y de una solicitud suscrita por la compradora Doña Dolores Hidalgo Serrano en esta Ciudad el primero del actual por la que declara el error de omisión de algunos linderos padecido en dicha escritura y cuyos documentos fueron presentados en este Registro a las diez horas y cincuenta minutos de hoy, según el asiento número novecientos diecinueve, al folio doscientos cincuenta y nueve vuelto del tomo cincuenta y siete del Diario. Pagadas por el impuesto de Derechos Reales dieciséis pesetas y ochenta y nueve céntimos, según carta de pago número ciento cincuenta. Siendo conforme todo lo dicho con los documentos a que me refiero, firmo la presente en Utrera a nueve de mayo de mil novecientos treinta y seis.
FINCA 6645 DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD DE UTRERA.1ª Agrupación: La histórica calle de La Hermosa nº 42, se une con el solara adquirido por la “Chacha Dolores”, la vieja registral 1682 se une a la 6644, y pasa a conformar la moderna 6645. 09-03-1936. Urbana. Casa situada en esta Ciudad en la calle Don Clemente de la Cuadra número cuarenta y dos, que linda por la derecha de su entrada con casa número cuarenta de la misma calle, por la izquierda con la número cuarenta y cuatro de Don Francisco del Castillo y por su fondo con la calle Montes de Oca, donde tiene postigo marcado con el número siete accesorio. Mide una superficie de doscientos noventa y cuatro metros cuadrados. Su valor no consta, pero según el asignado a las fincas que se agrupan le corresponde un valor de dos mil cien pesetas. Es libre de cargas y según las inscripciones referentes a la casa número cuarenta y dos de la calle Don Clemente de la Cuadra, tiene a su favor las servidumbres siguientes: Una que las aguas claras y sucias pasan al patio de la del número cuarenta siendo el pozo de medianería con ella y la otra de dar luz a una alcoba de la sala del patio por un hueco de media vara la casa número cuarenta y cuatro de dicha calle. La finca descrita se forma mediante la agrupación o reunión de las siguientes: Primera, la casa número cuarenta y dos de la calle Don Clemente de la Cuadra inscrita por la del número mil seiscientos ochenta y dos duplicado, inscripción novena obrante al folio setenta y nueve del tomo cuatrocientos diecisiete del archivo, libro ciento treinta y dos de esta Ciudad. Segunda, un trozo de setenta metros cuadrados sobrante de vía pública, que consta inscrito por la del número seis mil seiscientos cuarenta y cuatro, inscripción primera obrante al folio ciento setenta y tres de este mismo tomo y libro. Doña Dolores Hidalgo Serrano, mayor de edad, soltera, sin profesión especial y vecina de esta Ciudad adquirió las dos fincas que se agrupan por los títulos siguientes: la primera por compra a Don Cristóbal Hidalgo Peña y la segunda por compra al Ayuntamiento de esta Ciudad, apareciendo esta inscrita con arreglo al párrafo tercero del artículo veinte de la ley Hipotecaria, según resulta de dichas inscripciones, no surtiendo efecto contra tercero la inscripción de la segunda de dichas fincas, hasta transcurridos dos años desde su fecha, y por la escritura que se citará, dicha Señora agrupa las dos fincas citadas formando con ellas la que queda al principio descrita bajo este número, solicitando que en tal forma sea inscrita a su nombre. En su virtud, a favor de Doña Dolores Hidalgo Serrano, se inscribe la finca de este número por título de agrupación, si bien, esta inscripción, y con respecto al trozo de setenta metros que forma parte de la misma, no surtirá efectos contra terceros hasta transcurridos que sean dos años desde su fecha. Todo lo referido consta del Registro y de la primera copia de la escritura otorgada en esta Ciudad el veintiocho de abril de mil novecientos veintiocho, ante el Notario Don Joaquín Muñoz Casillas y cuya primera fue presentada en este Registro a las diez horas y cincuenta minutos de seg´8un el asiento número novecientos diecinueve vuelto del tomo cincuenta y siete del Diario. No sujeto al pago del impuesto. En Utrera a nueve de marzo de mil novecientos treinta y seis.Consultados los padrones municipales, nos encontramos en 1895, en su Distrito 2º, Libro 351, con los moradores en aquel momento de la Huerta del Hospital, y eran:- Cristóbal Hidalgo Peña, natural de Utrera, hortelano, nacido en 1850.- Su esposa Carmen Serrano Martín, sus menesteres, nacida igualmente en 1850 en Utrera.Sus hijos, todos naturales de Utrera:- Miguel Hidalgo Serrano, - Manuel Hidalgo Serrano,- Cristóbal Hidalgo Serrano,- Dolores Hidalgo Serrano.
En el mismo Libro 351, encontramos que en el nº 162 de la calle Vereda residían los siguientes moradores: - Manuel Caro Begines, natural de Utrera.- Su esposa, Carmen Hidalgo Serrano, quienes se habían casado en 1891, en compañía de sus hijos,- José Caro Hidalgo- Cristóbal Caro Hidalgo, que nacería aquel mismo año, 29-08-1895
1946.
La bloqui, María y Juan en el corral.
La Abuela María: Siempre pendiente de sus pollitos.
La vida en el patio.
No me cabe la menor duda de que el señorío de una morada no responde sino al espíritu de sus moradores, y de igual forma, no me cabe la menor duda de que el alma del nº 42 de la calle de La Hermosa tiene un nombre y es el de María Caro Hidalgo.A ella llegó con 12 primaveras, y en ella disfrutó durante 62 años, en ella cuidó a muchos, tíos, sobrinos, hijos, los seis con los que Dios quiso bendecirla. Jamás le ví una mala cara, nunca reñía a sus nietos, y siempre afloraba su abnegación, entrega y generosidad. Su recuerdo permanente, jamás será extraño entre los muros de esta vieja casona.
En febrero de 1961, la familia Rojas Caro reflejaba en el patio de su casa una escena habitual. El menor en brazo de María Caro no era otro que José Francisco Rojas, protegido por su abuelo Rojas. Detrás su madre, y al fondo la tía María. No faltó Antoñito Barrera, uno más en la casa.
En la foto se aprecia a un Tío Antonio, muy tierno, entre Manuel Barrera (padre) y Antoñito Barrera Espinar (hijo). Los tres están en una boda en el Ambigú del Teatro. El pequeño, Antoñito Barrera, era un habitual visitante del 42 de la calle de La Hermosa, donde le encantaba estar y donde le trataban a cuerpo de rey porque era muy querido.Le facilité unas cuartillas y algunos pasajes del libro, y me transmitió el siguiente mensaje:
“Pepe, hoy me he puesto y lo he leído todo. Me ha parecido muy ameno, quizá porque ha despertado en mí, conforme avanzaba en su lectura, unos recuerdos lejanos, pero a la vez muy frescos .Conforme leía, me arrepentía de no haber intentado seguir algo más ligado a tu familia.He estado muchos años fuera, y cuando he paseado por Utrera, he pasado muchas veces junto a tu padre, que no me ha reconocido. A mí me daba cierto reparo pararme para decirle, Antonio, ¿no te acuerdas de mí?Leyendo tu escrito, y mirando la foto de tu abuela María, he recordado lo bondadosa que era y la ensaladilla que hacía. No te lo creerás, pero aún recuerdo su sabor. Tu tía Rocío, que decía "a Antoñito le vamos a poner dos matadores en las orejas", porque las tenía un poco grandes. Y de tu tío Joaquín también recuerdo que me llevó a algún partido del Kimber. Creo que era portero.He recordado acompañar a tu padre al Mosquito, subido en un mulo.Y quizá será por tu padre, que le tengo tanto cariño a la hermandad de Los Aceituneros.El primer año que se vistió tu padre de nazareno me llevó de su mano por la Calle del Marqués hasta la puerta de la Parroquia de Santa María, donde se despidió de mí. Me prometí que a partir de ese momento saldría todos los años de penitente... cosas de niños".
Cristóbal Medina Vega, era otro de los visitantes habituales, sintiendo verdadera, sentida y sincera amistad y manifiesto cariño y admiración por esta familia. Mantiene que quizás D. José Rojas Díaz, ha sido la persona que mejor conocía y se desenvolvía por el Derecho Civil y Procesal, siendo uno de los mejores conocedores de la práctica procesal. Recuerda con emoción sus estancias en esta morada, donde aprendió con D. Manuel Rojas Caro mecanografía.
La alegría de cuantos concurrieron.
En esta foto comprobamos a Cristóbal el día que le impusieron la Cruz de San Raimundo de Peñafort, y a su Compañero Antonio Rojas Caro, ofreciéndole palabras de amistad y cariño, en presencia de quien fue su Jefe, Juan Ignacio Zoido.

4 | TRINIDAD ROJAS CARO

Trinidad, La Tía Trini, fue bautizada el 27 de mayo, y el evento, sale publicado en un periódico, del que se conserva el recorte siguiente, que se reproduce en la columna del lateral.
"En la Parroquia de Santa María, fue bautizada el pasado día 27 una hija de nuestro estimado amigo el Oficial de este Juzgado de instrucción don José Rojas Díaz y de su esposa, doña María Caro Hidalgo, imponiéndosele a la nueva cristiana el nombre de Trinidad y siendo apadrinada por sus tíos, hermanos de la madre, Carmen y don Cristóbal.Terminada la ceremonia religiosa fueron invitados los concurrentes a una típica fiesta que duró hasta bien entrada la madrugada, siendo todos obsequiados espléndidamente por el amigo Rojas, que se desvivía por atender a todo el mundo. Apuntamos los nombres de las muy bellas señoritas María Pepa y Ana María Viusal, María Pepa Sancho, Dolores Caro Hidalgo, Carmelita Caro, Paquita Pérez, Consuelo, María y Lola España, Magdalena Díaz, Carmen Márquez, María Pepa Díaz, Rosa Domínguez, Conchita Tenorio, Dolores Hidalgo, María Jesús Antúnez y Consuelo Muñoz".
Es muy probable que el recorte adjunto proceda de “El Correo de Andalucía”, lo que es indudable es la coincidencia de amigas del matrimonio Rojas Caro al bautizo de su primogénita, y llama la atención la llegada de Magdalena Díaz, que no es otra que la hermana de Basilio y Antonio, comerciantes que mantuvieron su negocio en el nº 40 de la c/ La Hermosa, y donde más de una vez acudimos, por una u otra razón, y en las más de las ocasiones, para verificar compras de chuches y similares adquisiciones.Nombres y anécdotas de infancias felices, y de seres que se sentían, sinceramente queridos.
Trinidad Rojas.
Fila de abajo, tercera por la izquierda, en el Colegio de San Francisco, posiblemente en 1934.
Fila de abajo, segunda por la derecha.

5 | MANUEL ROJAS CARO

Infancia y juventud
Noviazgo
Boda
y la descendencia
El joven Rojitas, de cara despierta y mirada inteligente, evidenciaba cierta incertidumbre.Debía preguntarse ¿qué hago yo aquí?, por su expresión de extrañeza.
En el 62 llega la segunda. Aquí encontramos a madre e hija, en las inmediaciones del Parque de Consolación
Observamos el modelo de José Francisco y a M.ª del Carmen en el sosiego de su trona, a buen seguro después de haberse comido el bocadillo de las 12, ya que se comprueba el techo totalmente iluminado por la luz solar
El ambiente turístico que el 20 de agosto del 64 rodeaba a estos dos jóvenes: ella, con su bolsito de paseo, y él, su hermano mayor, disfrazado de Granjero americano con un gorro brillante que le da incluso más relevancia al vestido
Es evidente que José Francisco disfrutaba con la velocidad, a su hermana le preocupaba
La foto está tomada el 9 de septiembre de 1962, más que probablemente en la Feria de Ntra. Sra. de Consolación. Al chiquillo le gustaban los caballitos
Su padre le sube en el caballo del retratista, su tío Antonio, casi por las mismas fechas, la da la satisfacción de subirle a un mulo de la casa, recién llegado de la barbería
Ahora, José Francisco, haciendo pareja escénica con el autor de este libro, que llegaría un par de años más tarde
Acompañado en otro corcel, de su hermana Mª Carmen Rojas Rodríguez
Los primos Rojas: José Francisco, Mª Carmen y Pepe
El 10-09-1966, nuestro peculiar jinete, es visto paseando por la Feria de Utrera, con su prima Mª Carmen Reina Rojas.

6 | ANTONIO ROJAS CARO

Infancia y juventud
En la fotografía de arriba aparecen los componentes de aquel legendario Juzgado de Instrucción n.º 1 de Utrera, con Juan Ignacio Zoido Álvarez muy, pero que muy jóven, “hecho un zagal”. A este Juzgado, donde sirvió nuestro protagonista principal, D. José Rojas Díaz, llegó Antonio, al quedar la plaza libre por jubilación, desde el Instrucción n.º 4 de Sevilla, donde dejó muy buenos amigos y compañeros: D. Francisco Sánchez Recuero, D. José María Grajera Blanco de Morales, Alejandro Cuadra, Pérez, Pepi, etc.

7 | MARÍA DEL CARMEN ROJAS CARO

María del Carmen.
En la foto adjunta, la Tía María aparece con su hermano Manuel, en una fotografía que hizo Cela, probablemente sobre 1935, que tiene en el reverso el nº 9400.Llama la atención el florido lazo que acoplaron a la pequeña María del Carmen, así como la seriedad de su hermano, y la bondad que simultáneamente evidencia aquel hermano mayor que rodea y protege a su hermana.
Su primera Comunión.
La foto adjunta es muy probable que fuera del período en que estuvo con las Hermanas de la Cruz, donde se sentía muy feliz.
Podemos colegir igualmente el carácter que siempre ha presidido su actuar: tranquilo y agradable. El joven es José Rojas Caro con cinco años en la Plaza de América, disfrutando con los “palomitos güenos”, como acostumbraba a decir.
Entre estas dos fotografías del álbum familiar, es posible que diste una feria, la de la izquierda no tiene más remedio que ser un año anterior a la fecha que aparece en la parte posterior de la foto de la derecha, que no es otra que la de 1943.
Y siguió creciendo esta familia seria, unida, hasta convertirse en una madraza, y comienzan a llegar sobrinos.
Incansable bregando con los cuatro mayores en el cuartel general de la calle de La Hermosa.
En esta aparecen los 4 mayores, José Fco. (derecha), Mª Carmen Reina (primera fila), Mª Carmen Rojas (izquierda) y José Rojas Durán al fondo y en sus brazos. Podemos decir que supone otra madre añadida para sus catorce sobrinos.
Con su cuñada Pepita, y los dos mayores de esta, José Francisco y Mª Carmen.
En una boda.
También sustituye a su madre, interviniendo como madrina, en la boda de su hermano Manuel.
Siempre con sus sobrinos que iban siendo cada vez más, apoyando a su madre y familia, y siempre el patio de la calle de La Hermosa.
O en balancín del jardín de Casablanca, donde casi acababa de aterrizar Luisito, 1973.
La Tía María, se ha caracterizado toda su vida, por ser cómplice de sus sobrinos, y al ser estos últimos padres y madres, la complicidad se extendía a los hijos de sus sobrinos y sobrinas, consiguiendo las más de las veces los objetivos planteados.
Estas fotos están tomadas en La Juncosa, en octubre de 1999. Aquel día bautizábamos a Elena Domínguez Rojas, que posa almorzando en brazos de su abuela Concha. El resto de protagonistas que acompañan a la Tía María son, de izquierda a derecha: Alberto Rojas Rodríguez, Jaime Domínguez Rojas, la pequeña Elena con su abuela Concha, Enrique Caballero Rojas, Isabel Rojas Rodríguez y Carlos Rojas Pérez, a quien guarda la espalda la Tía María.
La Tía María, si bien no contrajo matrimonio, sí ha disfrutado de un nutrido grupo de amigas, muy buenas fieles y leales, que lo fueron de verdad, podemos destacar a su hermana Trini, con quien compartía mucha complicidad, y la Tata (Carmen Reina), incluyendo a Carmen y Consuelo Vázquez, Consuelo Serrano, Rosarito Dosch, Ana y Carmen Ruiz, Carmencita Martín Reina.

8 | JOSÉ ROJAS CARO

Bebé
Niño
Adolescente
Adulto
Una brillante carrera militar y familiar

9 | MARÍA DEL ROCÍO ROJAS CARO

Este era el semblante de la benjamina de los Rojas Caro, en la foto que Pepe Cela le hiciera en enero de 1943
Rocío está flanqueada por sus hermanos Pepe y Mª Carmen. Abril de 1946
Foto de Cela, referenciada con el 38.880, y realizada el 3 de mayo de 1949. Apreciamos a la benjamina de esta familia el día de su primera comunión
En la escuela
Sus pasiones
María del Rocío de la Santísima Trinidad, como la bautizara su tío D. Cristóbal Hidalgo Ojeda aquel 6 de junio de 1942, con el padrinaje de sus tíos Antonio Castillo Rueda y Carmen Caro Hidalgo, siendo testigos Diego Miñón Repiso y Amador Arroyo del Río, se unía aquel 12 de octubre de 1964 al chiquillo de Juan Coronilla y Obdulia González, con la bendición de D. Miguel Román Castellano, que empezaba a conocerse en la Utrera de entonces, había llegado aquí en 1956
Y Mari López ya estaba allí, con la tía María, su amiga Consuelito, José Francisco y María del Carmen Reina muy, pero que mu tiernos; Santa María de la Mesa, 9’30 horas del 12-10-1964
La familia
La maestra en su salsa
La última hornada de Rojas, supone la cuarta generación de los ya nacidos en Utrera, pues recordemos que, si bien nuestro abuelo Rojas Díaz nace ya en la c/ González de la Peña, nº 14, hoy c/ Las Mujeres, de los predecesores, el abuelo Antonio Rojas procedía y era nacido en Arahal, y la abuela Trinidad Díaz sí era utrerana.
A partir de él, bajamos hasta los seis hermanos Rojas Caro (segunda generación de Rojitas de Utrera), cuya descendencia (los catorce ya expresados) suponen la tercera, y nuestros hijos la cuarta, pero incluso ha empezado la quinta, pues aunque María Rojas Gutiérrez, que cerraría la cuarta y está en estado de buena esperanza cuando estas líneas se escriben (mayo de 2019), Alberto Rojas Rodríguez ha sido padre y Martín Rojas Pastor es el primer eslabón de la quinta generación de Rojitas en Utrera.
Martín Rojas Pastor, recién llegado entre nosotros el pasado 27-04-2019.

SOBRE EL LIBRO

ROJAS CARO

Una familia, una estela


© José Rojas Durán, 2019.
Ilustración de portada y cubierta del libro realizada por Dionisio Leva/Bigram.
Edición, Fernando Barrera-Ramírez.